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Areté

Mi casa

Retorno a casa

Bueno pues ya estoy por aquí otra vez.
En estos días aparte de estar más que jodido en el curro, he dado un empujón o me lo han dado a mi chabolo. El viernes estuve en el notario para firmar las escrituras del suelo de mi kel, el sábado por fin firmé el proyecto que me ha hecho la arquitecta, ahora solo falta que lo vise el colegio de arquitectos y a seguir corriendo, tengo algunos planillos que me quedé para poder ir pidiendo presupuestos a constructores y el martes un primer contacto con uno de ellos. Qué no me pase ná...
Si la cosa va bien puedo empezar a construir inmediatamente por fin. Qué ganas que tengo aunque por otro lado acojona un huevo. Eso sí, si todo fuese bien, con suerte espero que para la próxima primavera pueda tener casa. Ya veremos, tampoco quiero lanzar las campanas al aire.
Debe ser el verano, espero que no, pero el amor toca a mi puerta, a ver si encuentro la llave y la abro, que ya llevo demasiado tiempo saliendo por la ventana.
Bueno no me enrollo más con estas chapas y comento unas pelis. En breve meteré unos cuantos comentarios de tebeillos y una sorpresa con respecto a este tema.

Mosqueos y buenas palabras...

Capítulo IV
Como no podía ser de otra manera comienzan los problemas.
Lo que más me preocupaba en este momento era el dinero, no, no es que sea especialmente materialista ni roñoso, es que a final de mes tenía que pagar unos 42.000 € de nada por el terreno y necesitaba una hipoteca. Además si conseguía que la arquitecta acabase el proyecto podía pedir la hipoteca por el total de la casa y ahorrarme algunos gastos. Como sabéis estaba muy centrado en perseguir a la arquitecta, pero ya con la fecha del pago acogotándome me fui para el banco a ver que pasaba, dispuesto a pedir la pasta solo por el suelo y luego ampliar la hipoteca para el resto. Pues bien según llego al banco la primera en la frente, casi no había dicho buenas tardes cuando el director me dice: este terreno no se puede hipotecar, tecar, tecar... así lo sentía como un eco en el fondo de la cabeza. Espera, espera un momento, dónde estaban las buenas palabras de hace poco más de un mes.
- ¿Cuál es el problema?
- Todavía no han acabado de urbanizarlo y así el tasador no puede tasarlo, así que de dinero nasti.
- Pero si me habían dicho en navidades que casi estaba ya todo listo, que era cosa de un mes a lo sumo...
- Ya pero no lo han acabado y no se pueden pedir las licencias de obra ni nada, el tasador si lo considera ahora lo va a hacer como suelo rústico, así que no vale nada y no te podemos dar el dinero.
-... (este era mi pensamiento en ese momento, totalmente plano)
- ... (seguía en ello)
- Hay más gente en el mismo caso, tengo varias carpetas abiertas que están esperando por la tasación, algunas desde hace bastante. La semana pasada hablé con el tasador y me dijo que nada de nada, que había que seguir esperando.
- Vale voy a hablar con los del suelo a ver que coño dicen y vemos que posibles soluciones hay.
- OK, por nosotros no hay problema, el dinero te lo vamos a dar, y si es necesario aceleramos a tope la concesión, eso sí, tienes que abrir una cuenta, suscribir un seguro de construcción, otro de amortización y cuando esté acabada un seguro para la casa a través nuestro.
Cómo veis los buitres no descansan nunca, saben cuando pillarte más desprevenido y manejarte a su gusto... En fin por el aro pasaremos, la cuestión es que más o menos ya iba dispuesto a ser engañado por el banco, así que no me parecía demasiado. Y además en el fondo seguía cagándome a gritos en los “parceleros” (palabro que mezcla parcela con carcelero).
Así que el sábado armado con bate de béisbol psicológico, que los otros los carga el diablo, me fui para la parcela a ver que explicación me daban y dispuesto a no soltar ni un duro de más. El plan B era poner un apartado de donaciones en la web y aprovechar los viajes en el metro para soltar aquello de... “Sono de Bosnia, Sarajevo, mio marito, molto enfermo, mio fiyos molta hambre...” (si a las rumanas les funciona...). Una vez allí, me reciben con un poco de cara de poker, ahora que me fijo es la cara que han tenido siempre. Se hacen un poco de nuevas pero me dicen que no me preocupe que me aplazan el pago, que no va a costar nada y que la semana que viene, el martes (mardito día) me confirman para cuando. Yo me había empollado de paso el contrato y decía que en cuanto pagase me tenían que entregar la parcela, como mucho en un mes y en las condiciones pactadas, es decir urbanizada, con su toma de agua, luz, teléfono, etc. Peliculero que es uno ya iba un poco dispuesto a montar el pollo, que si incumplimiento de contrato, que si abogado, que si conozco a unos moldavos que por un módico precio... en fin lo clásico de los pardillos.
La culpa se la echan a Timofonica, toma ya (me suena bastante floja la excusa pero por la deformación internetera hasta podría ser verdad), que no les dejaba tender los cables y por eso se había retrasado todo, pero que solo les queda poner las farolas, asfaltar las calles y poner las aceras. Un mes y medio como mucho.
Me da que va a ser más. Lo cual me jode bastante por varias razones:
1. Atrasamos todo, veo difícil que pueda estar acabado el chalet para fin de año.
2. Si me empadronaba en el pueblo, la Junta de Castilla La Mancha, daba facilidades en la hipoteca que no estaban nada mal: 2,5 de interés inicial y euribor + 0,5. Pero son solo para menores de 35 y estoy a punto de cumplirlos, para finales de abril.
3. Toda la presión y todo lo que le he llorado a la arquitecta no habrá valido de nada y encima si me acaba el proyecto ya pues se lo tendré que pagar sin poder empezar a construir, lo que supone que tendré que estrujar un poco más mis cuentas, pensaba usar el dinero de la hipoteca para hacerlo.
Así que estoy a la espera de que en estos días me confirmen las buenas palabras del sábado, pero con un punto de desconfianza.
Continuará...

A la caza de la arquitecta.

Capítulo III
Como el veranito ya estaba aquí, tomé una sabia decisión: pasar de todo, pegarme las vacaciones que me viniera en gana y no pensar ni en dineros ni casas ni nada, vamos el ser un inconsciente por tiempo limitado. Tampoco es que exagerara mucho (estuve unos días por Asturias y Cantabria) pero bueno al menos hice más o menos lo que me apeteció.
Y con la llegada de septiembre me puse las pilas con los arquitectos, hablé con mi primo que es aparejador (o como se llame ahora) y con los consejos que me dio, entré en contacto con un par de arquitectas, una que me recomendaron unos amigos de Jesús y Lourdes y la “oficial” de la urbanización. Entre precios y sensaciones, más lo primero que lo segundo, todo hay que decirlo, me quedé con la “oficial”. Salía bien de precio, estaba haciendo el proyecto de nosecuantos chalets de la urbanización y cumplía otro requisito básico, ya la conocen en el ayuntamiento con lo que supuestamente me van a poner menos pegas a la hora de darme la licencia de obras, que por cierto me ha dicho que se encargaba ella de solicitar aunque por supuesto la pago yo.
Bien todo muy bonito pero llega la hora de la verdad, saber exactamente que quieres, después del empacho de casas vistas, pues solo se te ocurre decir a ver, pues, que sea apañadita, que tenga tres habitaciones, un salón majo, dos baños, garaje, buhardilla... Y empezamos con los cambios:
-La pendiente de la parcela es hacia atrás, ya no lo van a alisar más porque los cimientos tienen que estar sobre suelo firme, así que si ponemos buhardilla, vas a acabar con una casa de tres plantas que seguramente va a superar la altura máxima edificable... Hacemos más grande la casa o le ponemos otra sala?- dice la tía.
- Pueeeees – digo yo. Y ahora qué, pienso, si casi me iba a ir a vivir a la buhardilla de todos los planes que tenía para ella...
Y por fin llega un salvador:
- También podemos hace un semisótano toda la planta, dejas una zona para el coche y el resto para lo que quieras...
Así que todo lo que pensaba hacer arriba lo paso abajo, así como la bolsa. Que lo siguiente que hice fue preguntar y esto cuanto me costaría más o menos? Jooooder, tanto. Bueno, habrá que hacer la casa un poco más pequeña.
-Vale, te lo piensas y me llamas el martes, y para el próximo fin de semana te hago un dibujito para que te sea más fácil orientarte.
Esta frase de me lo dices el martes será recurrente en mi relación con ella, todo es me lo dices el martes. No podríamos quedar los martes en vez de los sábados?
Así pues el martes, le di mi respuesta y me dijo otra de las frases que marcan nuestra relación, mejor no vengas el sábado que como estoy muy liada no sé si me va a dar tiempo a acabarlo, yo te llamo cuando lo tenga... Y ale a esperar un día tras otro, cuando ya te quemas un tanto pensando en los plazos y en cuando tienes que soltar la pasta que falta por el terreno (finales de marzo) y que te la tiene que dar el banco, pues la llamas entre mosqueado e implorando, la tía debe tener un detector ultra-eficaz porque siempre en estos casos queda para enseñarte algo.
Llega el famoso día de los primeros dibujitos, y la verdad es que básicamente me gusto bastante lo que trajo, se negó a darme una copia por si acaso, que todavía no tenemos contrato firmado, pero me dijo que me pensase para el... (una cerveza virtual si aciertas el día), sí has ganado, para el martes si quería algún retoque.
A todo esto, los días, más bien las semanas van pasando. Llegado a este punto decido ir de nuevo de visita bancaria y gracias a la experiencia pasada con los bancos, me lanzo a las sucursales situadas en el pueblo, que al menos ya conocen la urbanización y no me van a mirar como si estuviera situada en la luna. A la segunda visita, bingo, me ponen buena cara y me prometen todo, que sí, que sí, que no hay problema, tráete un par de nóminas, la renta y sin problema. Se lo llevo y sigue el idilio, me darán la pasta me dicen. Si da tiempo a que esté listo el proyecto para fin de mes, por el total, si no primero por el terreno y luego ampliamos la hipoteca para el resto, eso sí esta segunda fórmula me costaría más: dos veces el notario, el tasador, etc.
Así que ahora sí que empieza el marcaje de verdad a la arquitecta... Oteo el terreno, olfateo cualquier indicio y sobre todo la llamo mucho, le doy coba, todo lo necesario para que me tenga el proyecto a tiempo.
Puede que funcione la cosa, este sábado me ha prometido que lo tendría, eso sí me dijo que el martes le respondiese a un par de cosas que quedaban pendientes y por supuesto que le llevase un pequeño adelanto (1200€ del ala).
¡Ya tengo un anteproyecto!
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Fachada
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Planta
Próximo capítulo a fin de mes: licencia, constructor y banco (suena terrorífico)

Planos, planos... más planos

Capítulo II
Bueno pues como las cosas de palacio van despacio, desde que hice la reserva hasta que firmé un contrato de compraventa pasaron 8 meses de nada. Mientras tanto vivía en el paraíso de las elucubraciones, que si me hago la casa así me debe costar un huevo, que así es más baratita, oye ¿porqué no me la hago de madera? Pues hala, a buscar páginas con casas de madera, serán más baratas, pensaba. La realidad es que más o menos cuestan lo mismo, hay poca diferencia y tienes más problemas para pedir la pasta o asegurarla –aunque algunas de ellas son preciosas, y son perfectamente sólidas y duraderas. Eso sí el recorrer estas páginas me permitió ver un montón de planos de casas, que eran perfectamente trasladables a ladrillo. Así que una fantástica temporada de buceo planeril. Qué así se pasa el tiempo...
Y ya que estamos porqué no hacer una visita a los bancos, ver tipos de interés y condiciones. Para empezar, lo más fácil, navegar un poquito, en la web del Banco de España (paso de poner el enlace, lo prohíbe mi religión) me descargué un fichero con todas las entidades de España y las direcciones de sus web, y uno que es masoquista y que a veces, solo a veces, tiene tiempo libre (era veranito), pues a navegar, a navegar y emborracharme con tipos y comisiones. Recorrí todas las que tienen web, que son unas cuantas, para llegar a la conclusión que las realmente útiles eran las más conocidas, los bancos más salchicheros suelen tener webs salchicheras, el propio nombre lo indica, sin simuladores ni mucha información más allá del llame a... o vaya a...
Así que con este panorama y después de hacer multitud de simulaciones, descartar los que te ponen condiciones que no podía cumplir, etc. me hice una tablita y me fui dispuesto a recorrer oficinas, con la cartera bien apretada, que con los bancos nunca se sabe.
La primera conclusión que saque es que había perdido el tiempo, sin tener todo más atado los bancos te miraban con condescendencia y te daban una información general que en realidad no servía para mucho.
En uno, que iban de muy guays, me llenaron de buenas palabras, pero si me descuido me hipotecan mi casa, la de mis padres y casi la tuya por leer la bitácora. En fin enternecedor...
Continuará que hablar de bancos cansa mucho.
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Una imagen del famoso terrenito...

Buscando una casa

Después de mucho buscar, alucinar, cagarse en todo y blasfemar, el azar me llevo ante el cartel que me decidió a empezar esta aventura: Chalet con parcela desde 10.000.000 Pts. Obviamente el cartel era algo antiguo y el precio era superior pero si que era un precio que podría pagar.
Llegue a la urbanización y antes de nada me di una vuelta por ella para ver que pinta tenían las casas. No estaban nada mal, no eran lujosas pero tenían buen aspecto. Aquí comenzó mi reconcome particular, que si son 56 km y hay que hacerlos cada día para currar, pero lo puedo pagar, que si los fines de semana es más coñazo para salir de marcha, pero lo puedo pagar, que si estas más alejado de todo el mundo, pero lo puedo pagar... En fin cuestiones monetarias aparte, aunque no lo parezca, la posibilidad de tener un chalecito independiente con su terrenito me parecía fantástico, así que después de mucho dudar me tiré a la piscina y reservé una parcela de la siguiente fase: 500 m2.
Hasta ese momento todo lo que había visto o era delirante o eran autenticas pocilgas, ver como te piden por 40 m2 más de 150.000 € ahora puede parecer casi razonable pero en su momento y viendo el estado de las casas era deprimente. Autenticas pocilgas donde daba asco hasta entrar, casas que lo mejor era tirarlas abajo enteras y volver a rehacerlas y aun así. No creáis que soy muy exigente, solo pensaba en una casa digna. En otros casos el problema era directamente la pasta, ver de donde la saco, atracar bancos no vale. El pensamiento de ahorrar era absurdo, si en un año conseguías ahorrar 6000-9000 € los pisos se habían revalorizado en casi 30.000 €, así que cada día que pasaba perdía dinero.
Todo esto me empujó hacia el chalecito y el fascinante mundo de la autopromoción. Que es la forma en que me lo voy a construir, yo soy el promotor de mi casa, que no me pase nada.